Descripción

Arbusto acaule o con tallo corto cubierto de hojas, estolonífero, con tallo de hasta 30 cm, erecto, sin rebrotes laterales. Las hojas miden 40-50 por 5-8 cm y son densamente agrupadas en una roseta basal de hasta 20 hojas; son estrechamente triangular-lanceoladas, canaliculadas, rectas, erecto-patentes, herbáceas, de un verde-grisáceo, glaucas, sin manchas —excepto unas motas claras en los renuevos jóvenes—, dentadas solo en el margen, con dientes de unos 2 mm, gruesos, duros, retrorsos, de un color más claro que el del limbo. La inflorescencia, incluido el pedúnculo, tiene unos 70-100 cm de alto, en racimo de 30-50 por 5-6 cm, simple, densa en la antesis y en la fructificación. Las brácteas florales —ya presentes esparcidas y escasas en el tallo floral por debajo de la inflorescencia— tienen 8-11 por 5-6 mm y son triangulares, acuminadas, membranáceas y con ligeras crestas pardas paralelas. Las flores, cortamente pediceladas, son sub-erectas en la preantesis, patentes en la antesis y luego péndulas al madurar y en la fructificación; los pedicelos tienen 4-5 mm, son algo acrescentes y llegan hasta 7 mm en la fructificación. El perianto, de  25-30 mm, es tubuloso, levemente estrechado en la base, y de color amarillo; los tépalos  externos están soldados  en la mitad inferior  de  su longitud. Los estambres, exertos, miden 30-35 mm. El fruto es una cápsula de 20-25 por 6-8 mm, con semillas medio-centimétricas, sin contar las alas.1

 

Distribución y hábitat

Arenales y roquedos costeros, alterados y nitrificados desde el nivel del mar hasta 200 m de altitud.1 Probablemente originaria de Arabia y naturalizada en regiones subtropicales y templadas de ambos hemisferios, también incluido el Mediterráneo.1

 

Usos

El áloe vera se cultiva como planta decorativa, para usos medicinales, en cosmética e incluso para la alimentación en algunos países.

En algunos lugares popularmente suele llamarse Aloe vera o Aloe maculata. Si bien este último puede tener propiedades medicinales similares, a nivel farmacéutico es importante una correcta identificación de la especie.

Actualmente, hay más de 250 diversas variedades reconocidas de Aloe, de las cuales, solamente tres o cuatro tienen características curativas o medicinales significativas.

Una de las aplicaciones farmacéuticas más antiguamente registrada se puede encontrar en una tablilla sumeria de arcilla del siglo XXI a. C., pero hay informes de dibujos de la planta en las paredes de templos egipcios desde el IV milenio a. C.[cita requerida]

 

En cosmética se usa cada vez más. La mayoría de los fabricantes responsables extraen y purifican los extractos evitando los componentes más irritantes; también, actualmente, se usa de forma directa mediante procedimientos domésticos muy rudimentarios, dando lugar a productos que pueden causar irritación (dermatitis, eccema) o reacciones alérgicas (urticaria).

 

Cultivo

Debido a que Aloe vera procede de sitios calurosos y desérticos, su cultivo requiere que las temperaturas mínimas no desciendan de 0ºC. Heladas intensas o heladas débiles pero repetidas causan daños, ya que no es tolerante al frío; tampoco tolera la humedad, ni en el suelo ni sobre la planta. Se puede ubicar a pleno sol o en semisombra.

 

Las macetas de terracota son preferibles a cualquier otro material, ya que son porosas, con lo cual se evita el exceso de humedad. Un sustrato también poroso, como el que se emplea para cactus y suculentas es el adecuado, es conveniente dejarlo secar completamente antes de volver a regar. Cuando las plantas se llenan de los hijuelos que surgen alrededor de la "planta madre", se deben dividir para posibilitar un mayor crecimiento de la planta principal y ayudar a prevenir infestaciones de plagas, como ácaros, cochinillas y especies de áfidos. Durante el invierno, esta especie puede entrar en estado de latencia, por lo que se deben suspender los riegos, sobre todo si está en el exterior. En zonas demasiado frías es mejor mantenerla en el interior o en invernaderos con calefacción.

 

 

Esta especie se cultiva a gran escala en Australia, Bangladés, Cuba, República Dominicana, China, México, India, Jamaica, Colombia , Venezuela, Kenia, Tanzania y Sudáfrica, junto con los Estados Unidos para abastecer a la industria cosmética. En España su cultivo es cada vez más común, siendo Córdoba la principal área productora, encontrando en Canarias un cultivo totalmente salvaje.